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19:57 estás molesto, estás sentado en la oficina de tu doctor y acabas de terminar de decirle que tienes arteriosclerosis y que tus arterias se están endureciendo. Es muy importante enfatizar que estás en alto riesgo de ataque al corazón o accidente cerebrovascular. Él sugiere que te sometas a un procedimiento para evaluar la gravedad de tu condición o para averiguar cuán cerca estás de la muerte. No es complicado, solo una radiografía bajo anestesia, pero también necesitas que te inyecten un químico para mejorar las imágenes que se toman. No puedes evitar imaginarte siendo inyectado con algo que hará que tus arterias brillen de un amarillo neón, pero superando tu vacilación, aceptas el procedimiento ya que tu doctor piensa que es importante. Una semana después, te despiertas en una cama de hospital y miras alrededor de una habitación blanca y escasa. Tomas una respiración profunda, mueves la cabeza, estiras los brazos por encima de la cabeza, pero algo simplemente no está bien. No puedes sentir nada de la cintura para abajo. Intentas mover los dedos de los pies, nada. Intentas...
