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Durante casi diez años, los Estados Unidos habían estado buscando incansablemente a un hombre - Osama Bin Laden, el cerebro terrorista detrás de los ataques del 11 de septiembre que mataron a casi tres mil estadounidenses y desataron una guerra que aún se estaba librando hoy - 2 de mayo de 2011. Mientras que los Estados Unidos habían derrocado al Talibán, el gobierno que estaba protegiendo a Bin Laden en el momento de los ataques, nunca habían podido capturar o matar al hombre. Eso estaba a punto de cambiar. La CIA había estado buscando la base secreta de Bin Laden durante años sin suerte. Él había logrado escapar de Afganistán, que estaba bajo ocupación estadounidense, y viajar al país vecino de Pakistán. Pero en las regiones montañosas y rurales de Pakistán, con poco control gubernamental, era fácil para él mantenerse bajo el radar. El gobierno había estado buscando pistas durante años, pero finalmente tuvo su oportunidad en 2010, cuando sus pistas los llevaron a un complejo en Abbottabad. Comenzaron a tomar imágenes de vigilancia de el comp
