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muchas personas hoy recuerdan al Imperio Otomano como el hombre enfermo de Europa, un epíteto que el imperio en colapso ganó durante el siglo XIX y las primeras partes del siglo XX. La descripción no cabe duda de que era correcta. Sin embargo, durante el período en que fue inventada, también es engañosa, ya que a lo largo de la mayor parte de su existencia, los otomanos fueron una potencia formidable cuyo poder era temido en Europa y el Medio Oriente. La fuerza del Imperio Otomano se construyó sobre múltiples pilares y cada uno de estos fue capaz de infundir miedo en los corazones de los enemigos del sultán. Quédate para descubrir cuáles eran estos pilares y por favor, dale me gusta y suscríbete al canal para ver más videos como este. Europa medieval y moderna temprana fue gobernada mayormente por estados dinásticos. En este sentido, el Imperio Cristiano de los Habsburgo poco difería del Imperio Otomano. Una gran diferencia entre los Habsburgo y los otomanos, sin embargo, fue el método de sucesión. A lo largo de la mayor parte de la Europa cristiana, el hijo mayor de un gobernante estaba destinado a heredar.