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Las lesiones de ACL son una de las lesiones deportivas más comunes, representando más de la mitad de todas las lesiones de rodilla sufridas en atletas deportivos. Los atletas que sufren una lesión de ACL pueden experimentar inestabilidad persistente de la rodilla, lo que los coloca en mayor riesgo de otras lesiones, incluyendo desgarros meniscales, daño al cartílago y artritis temprana de rodilla. Por estas razones, la reconstrucción de ACL ha sido la opción preferida para aquellos que buscan regresar al deporte. A lo largo de los años, las técnicas de reconstrucción de ACL han evolucionado, permitiendo a los pacientes elegir entre varios tipos diferentes de injertos de ACL, pero no todos los tipos de injertos son iguales y aquellos que se someten a cirugía de reconstrucción de ACL deben entender los aspectos únicos de cada uno, ya que seleccionar el tipo de injerto incorrecto puede impactar potencialmente la recuperación y los resultados postquirúrgicos. En este video, cubriremos lo que debes saber al elegir un injerto de ACL. Hay dos tipos comunes de injertos utilizados durante la reconstrucción de ACL: aloinjertos y autoinjertos. Ambos autoinjertos de ACL.
