Cuando tratas con tipos de documentos diversos como el Testamento, entiendes cuán importante son la precisión y la atención al detalle. Este tipo de documento tiene su estructura específica, por lo que es crucial guardarlo con el formato intacto. Por esta razón, trabajar con este tipo de papeleo puede ser bastante complicado para el software de edición de texto tradicional: una acción incorrecta puede desordenar el formato y llevar tiempo adicional para devolverlo a la normalidad.
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La cosa número uno que no debes poner en tu testamento es el lenguaje que distribuye los activos del fideicomiso. Por ejemplo, si tienes un fideicomiso revocable en vida establecido y activos a nombre de ese fideicomiso, no especifiques distribuciones en tu testamento. Esto puede causar confusión y potencialmente contradecir tus arreglos de fideicomiso. Por ejemplo, si transfieres tu casa a un fideicomiso y nombras a un beneficiario para esa propiedad, evita también mencionarlo en tu testamento para prevenir instrucciones superpuestas y complicaciones futuras.