Cuando necesites aplicar un pequeño ajuste al documento, no debería tomar mucho tiempo Corregir el boletín de nombres. Tal acción simple no tiene que requerir formación adicional ni pasar por manuales para aprenderlo. Usando la herramienta adecuada para modificar documentos, no gastarás más tiempo del necesario para un cambio tan rápido. Usa DocHub para agilizar tu proceso de modificación, ya seas un usuario experimentado o si es tu primera vez utilizando un servicio de editor en línea. Esta herramienta tomará unos minutos aprender a Corregir el boletín de nombres. Lo único que necesitas para ser más efectivo con la edición es un perfil de DocHub.
Un editor de documentos simple como DocHub te ayudará a optimizar la cantidad de tiempo que necesitas dedicar a la modificación de documentos, independientemente de tu conocimiento previo de tales instrumentos. ¡Crea una cuenta ahora y mejora tu eficiencia de inmediato con DocHub!
Entonces, ¿cuál es el gran problema con la corrección de pruebas? La buena escritura se trata de mucho más que una buena gramática, así como el baloncesto se trata de más que un buen dribleo. Entonces, ¿por qué esta obsesión por los errores tipográficos, las faltas de ortografía y los deslices gramaticales? Dos razones. Primero, juicio. Alguien que no sabe distinguir un participio colgante de un invitado a la cena colgante puede detectar un error tipográfico. Ese error tipográfico puede ser utilizado para juzgarte negativamente, tu escritura, incluso tu inteligencia. ¿No me crees? Aquí hay un artículo de la Harvard Business Review titulado No contrataré a personas que usen mala gramática. El autor Kyle Wiens es CEO de iFixit. Este CEO escribe: Las personas que confunden sus 'its' y 'its' merecen ser pasadas por alto para un trabajo, incluso si están de otra manera calificadas para el puesto. Tengo un enfoque de cero tolerancia hacia los errores gramaticales que hacen que las personas parezcan estúpidas. Aunque no hay una relación conocida entre la inteligencia y los apóstrofes, ese hecho obviamente no impide que otros, ya sean empleadores o profesores, hagan j